sábado, 28 de abril de 2007

Historia de una vampiresa.

La Eternidad. El comienzo. (IV)

Viajaron durante unas pocas noches hasta Barcelona

Alberto ya le había hablado de la jerarquía política de los vástagos en su propia sociedad, él era un obispo y era bastante importante, pero hay alguien que dirige a todos los vástagos de una región, era el arzobispo, y Alberto vivía en Barcelona y debía su lealtad al arzobispo de Barcelona a quien iba a presentar a una nueva cainita del clan Lasombra.

La presentación fue bastante escueta aunque recibió las felicitaciones no solo por su reciente incorporación a su sociedad sino también por el gran trabajo realizado con la aportación de la información francesa. Sin embargo las cosas no pintaban nada bien, las noticias e información reunida por el arzobispo no era precisamente tranquilizadora.

El arzobispo los mandó de vuelta a aquel pueblo, su misión era pasar la frontera y hacer un pequeño reconocimiento de una pequeña avanzada francesa apostada en los pirineos catalanes. Quizá estén esperando la información del fallecido en un triste robo a Marcos de la orden de Malta. "A lo mejor es conveniente que sepan lo que le ocurrió a su topo." comentó el arzobispo con una sádica sonrisa.


En el viaje de vuelta, Alberto le estuvo enseñando bien como manejar las disciplinas de su clan.

-Tengo mucha mas fuerza, mira.- comentó Silvia elevando una pesada roca del suelo.

-No seas mediocre, la fuerza es el ultimo recurso, para eso existen a otros clanes que son buenos para la fuerza, manipúlalos y que luchen por ti, la fuerza es tu último recurso. Eres fuerte y mucho, pero eres mas ducta en otros aspectos y mas con esos ojos y esa boca. Si antes eras deseada a partir de ahora las cosas van a ser todavía mejor, la comida no será un problema para ti.-

-Pero hay una cosa que no entiendo porque volvemos aquí, pueden reconocerme.-

-Solo haremos este pequeño trabajito y luego veremos que hacemos, de todas formas por las noches no hay mucha gente. Además ya sabes manipular un poco las sombras ¿no?- Terminó la frase haciendo él uso de las suyas, y difuminándose parcialmente en ellas.


- Me resulta sencillo utilizarlas, dijo moviendo las sombra de los arboles, pero hay una cosa que no comprendo aún, porque no dominaste a Marcos, es mas sencillo que haberme utilizado a mi, ¿no?-

-Sí y también hay otros vampiros que pueden notar que manipulaba a tu difunto esposo, entonces todo se hubiera venido abajo. Contigo todo fue mas seguro.- Comentaba Alberto mientras iba montándose de nuevo en el carro - marchemos, quiero llegar cuanto antes.-

El carro marchó, dejando un cuerpo inerte al borde del camino. Parecía tener una puñalada en el estomago, aunque esa no fue la causa de su muerte.

La primera noche en el pueblo tomaron unos caballos en dirección a los pirineos, las tropas no podían estar mas lejos de dos horas a caballo, mientras se acercaban, en la ladera de una de las montañas había un pequeño brillo que desvelaba la posición del campamento.

-Estúpidos gabachos- murmuró Alberto.

Entre las sombras llegaron al campamento, en el que había una pequeña disputa, unos decían que apagaran el fuego que los iba a ver, pero el líder se mantenía reacio. Movía la base sutilmente con un leño para que le fuego no se extinguiera, apenas hablaba y su porte daba miedo, cuando los demás se quejaban solo bastaba una sola mirada para callarlos, dos se acostaron, los otros dos se mantenían en guardia, mientras el lider miraba el fuego muy serio.

En tan solo un instante una imagen petrificó a los franceses, excepto a uno de ellos cuyos ojos se volvieron rojos al ver al Sire convertirse en una extraña sombra con tentáculos que mato en breves segundos a tres franceses partiéndoles la columna y dejando atontado al mas fuerte cuyos ojos habían dejado de brillar. Silvia desde las sombras saltó al cuello del último francés paralizado en el suelo, mientras su Sire “hablaba” con aquel extraño. Los gritos de dolor y angustia acallaron los pocos ruidos de animales. El hombre de los ojos rojos comenzó a balbucear palabras y pequeñas frases, mientras comenzaba a llorar. De pronto un aullido congeló el corazón de Alberto y mató sin esfuerzo a aquel ghoul.

- Vámonos.-

Se camuflaron entre las sombras y llegaron hasta los caballos, galoparon lejos de aquel lugar. Al llegar al refugio le explicó que un aullido podía significar dos peligros, u hombres lobo o algún gangrel de la camarilla, el protector de aquel ghoul. Por eso salieron tan rápido, el hombrelobo significa por obligación manada de hombreslobo y significaba una muerte segura con una chiquilla inexperta.Y no quería arriesgarse a averiguar el origen del aullido. Sin embargo ignoraron que un lobo gris de ojos rojos les siguió hasta el linde de la montaña. Y afinó los ojos quedándose con la imagen de esa mujer de ojos verdes, que olía a sangre.

El resto de la noche le estuvo contando más sobre lo que eran y lo que significan los hombres lobo. A largo plazo los vampiros eran más poderosos, ellos eran eternos… Cuantos lupinos podían tramar historias que duraran cientos de años… Sin embargo sus garras y sus dientes, y sus extraños poderes les hacían un duro adversario.

Volvieron a Barcelona, y le transmitió la información obtenida del ghoul al arzobispo este felicitó su trabajo y les permitió descansar un tiempo antes de volver allí a continuar otros trabajos. Sin embargó los acontecimientos se adelantaron, Luis XVI había sido asesinado, la monarquía española preparó un ataque pero las tropas francesas se adelantaron, había más de un delator o había sido un golpe de suerte para el pais francés.

El tiempo pasaba y a pesar de algunas pequeñas victorias los ejecitos avanzaban, la comunidad cainita de Barcelona necesitaba algo de ayuda, los ejércitos no eran solo de humanos y las luchas eran mas encarnizadas.

Una noche fue a ver a su querido Sire cuando al llegar a su despacho observó que no estaba solo, mantenía una conversación con el arzobispo, nombraron a la mano negra como apoyo a su lucha, en ese momento se callaron. Se habían percatado de la presencia de Silvia, esta consciente de ello llamo a la puerta, le permitieron la entrada y se intercambiaron varios saludos cordiales hasta que le despidieron con mucha educación, ella se marchó. Aquella noche a solas con su Sire le preguntó por la Mano Negra, este simplemente se dedicó a ignorarla y a decirle que no se metiera donde no le llaman,… Desde aquel entonces Silvia trataba de buscar información sobre la Mano Negra pero independiente de su Sire, él nunca se lo contaría, al menos no por ahora.

Las cosas empeoraban por días y Alberto y Silvia fueron enviados a Madrid, tenían una cita concertada con el Arzobispo de allí. Varias noches de viaje les llevaron a su destino, Alberto acudión a una reunión en la que ella no pudo participar.Pero a la noche siguiente El Arzobispo de Madrid les pidió que se quedaran para servir de ayuda a mantener las posiciones en caso de ser necesario, que de la ayuda a Barcelona se encargaría él.

Tras unos pocos años en Madrid con pequeños enfrenamientos y algunos pequeños viajes de espionaje a otras zonas, Alberto fue llamado a Barcelona, y no quería que Silvia fuera, las noches ya no eran solitarias, todo el mundo se echaba a la calle, mucha gente de los pueblos retrocedían a grandes ciudades para protegerse, no podía arriesgarse a que la recocieran,todavía era pronto para volver a Cataluña, no hacía tanto tiempo del asesinato, además fue llamativo pues mas tarde salió a la luz que fue un traidor a la corona, y ella había sido una de las mujeres mas hermosas de aquella región, con titulo nobiliario y las tierras y tesoros de la familia del difunto habían sido cedidas a otra familia nobiliaria por su lealtad a la corona, la familia Aller.

En una última reunión con el arzobispo de Madrid, Alberto y Silvia se despidieron de él, Alberto le pidió a Silvia que marchara a Sevilla, había rumores de que alguien la seguía y quería tenerla protegida, el Arzobispo de Sevilla y ambos se tenían cierta simpatía. Sabía que Aitan, arzobispo de Sevilla la había conquistado hace muy poco, eliminando la mancha camarilla que quedaba. El arzobispo de Madrid le ofreció protección para el viaje hasta Sevilla sin coste alguno, en agradecimiento por su ayuda durante esos años.


La despedida fue bastante dura para Silvia, no quería separarse de su Sire, pero Barcelona se estaba levantando y requerían a su Obispo, que había abandonado durante mucho tiempo sus responsabilidades. Una lágrima carmesí se deslizó por la mejilla se Silvia mientras se alejaba de Madrid, el lazo de sangre seguía siendo muy fuerte.

viernes, 27 de abril de 2007

Historia de una vampiresa.

Libertad. El Abrazo. (III)


Llegaron a la mansión de Alberto y él la dirigió hacía una habitación a la que nunca había entrado, solo verla daba escalofríos, estaba vacía, ningún retrato colgaba en las paredes, los muebles eran inexistentes, las paredes eran de fría piedra y no entraba luz alguna, y tan solo una silla, se semejaba a un trono en el fondo de aquella habitación elíptica, pero estaban sumergidas en unas sombras que apenas permitián distinguir aquel enorme asiento. Alguien estaba sentado pero al igual que el aquel "trono" estaba como oculto en las sombras, aunque más bien parecía una de ellas. Los candelabros iluminaban tenuemente la habitación, el silencio era sepulcral, y tan solo oía sus propios pasos y el latido de su corazón. Mientras caminaban, sus ojos se fueron haciendo a aquella oscuridad, y observo un estraño dibujo escupido en el suelo, justo en el medio de la habitación, una corona, como la de un rey con una pequeña cruz en la parte superior, Alberto le indico que se colocará ahí y el se retiró cerca de aquella sombra que le observaba desde aquel trono de sombras.

-¿Es ella?- preguntó aquella sombra. Alberto afirmó.

Aquella voz hizo que un escalofrío recorriera todo su cuerpo, jamás escuchó un tono grave y tan espeluznante, sin embargo había algo que lo hacía dulce, era una extraña mezcla de sensaciones contradictorias.

-Silvia, este es mi Sire Diego de Gilabert.-

Silvia tuvo ganas de preguntar, pero algo le decía que era mejor estar callada hasta que le indicaran explícitamente que hablara, hizo simplemente una inclinación de cabeza a modo de saludo y respeto.

-Dime Silvia, ¿es cierto que has asesinado a tu marido? A alguien que te ha dado posición, manutención,… ¿y le traicionas así? - Las preguntas sonaban a duras acusaciones.

-Él nos traicionó antes.-

-Eso es cierto, iba a permitir la entrada no solo de mortales franceses. ¿Sabes a lo que me refiero? – Aquella voz dura y fría le trataba con desprecio, aunque sus palabras no reflejaban tal cosa.

- Sí, esa entrada era una de las tapaderas para permitir el paso de la Camarilla, aunque bien es cierto que mi marido esa última parte la desconocía. -

Desde las sombras Diego de Gilabert no sonreía, pero no le desagradaba del todo esa mortal que pretendía ser del noble clan de Lasombra, salvo el hecho de que era una mortal, un simple saco de sangre, sin embargo el alma de esa mortal podría servir bien al clan, sus ojos examinaron el interior de Silvia, sus sentimiento, sus recuerdos,... sin que ella lo notara.


Parte de la noche fue una continua lluvia de preguntas a las que Silvia respondía segura de si misma, ella se consideraba digna de la vida eterna y mucho más. Se escuchó como un suspiró desde las sombras, se levantó y dejó verse, las sombras parecieron disolverse como el humo de una hoguera en el viento, a pesar de que su rostro no aparentaba mas de los treinta, en sus ojos se veían siglos de conocimiento. Era bastante atractivo, y sus rasgos muy varoniles, contrastaban con la hermosa suavidad de Alberto.

-Serás abrazada, y considéralo algo mas que un regalo por tus servicios, tu personalidad, tu convencimiento y otras cualidades te hacen digna de nuestro clan. Pocos ghoules son abrazados querida, no sois más que meras herramientas, pero tu has demostrado ese algo mas. Pero te advierto que si algún día demuestras flaqueza o deshonras nuestro clan, si Alberto no se encarga de ti, yo mismo seré quien te muestre el fin de todo. Quizás nos veamos en un futuro.- Cambiando su tono frío y severo por otro ligeramente mas amable se dirigió a Alberto.- He de marcharme, el día se acerca y aun tengo que aclarar unos asuntos. Disfrutar de lo que queda de noche.- Terminó difuminándose en las sombras.

Alberto se giro hacía Silvia y le confesó al oído “¿Sabes que si tú no me lo hubieras pedido a lo mejor yo te lo habría ofrecido?” Silvia sonrió e intentaba disimular su nerviosismo y excitación, pero el cuerpo entero le temblaba. Alberto retiró el pelo de su cuello y comenzó a besarlo con sus friós labios, su manos acariciaron su cuerpo de manera experta a pesar de ser un Sabbat, para el cual los placeres carnales, se habían convertido en un mero acto casi sin placer, salvo el de la sangre que brota de los cuerpos que posee. Silvia sin embargo todavía estaba viva y todavía sentía de manera muy intensa todas esas caricias que se volvían mucho mas excitantes con el miedo a su abrazo. Cuando Silvia parecía perder las fuerzas, le agarro por la cintura sosteniendola sin ninguna dificultad, volvió a besar su cuello pero el beso termino con un dulce mordisco y bebió hasta la última sangre mortal, apoyó su cuerpo en el suelo, mordió su muñeca y deja caer vitae en su boca, como si despertara de una pesadilla Silvia se agarró a la muñeca de Alberto, bebiendo todo lo que podía de ella. Él la retiró bruscamente para poder separarla de Silvia, dio un par de palmadas y una puerta se abrió de la que salieron dos muchachas y dos muchachos atados y muertos de miedo. “Es hora de que te alimentes” dijo Alberto lamiéndose su herida para cerrarla. Silvia se lanzó a por uno de los humanos y los devoró en muy poco tiempo, los humanos restantes gritaban aterrorizados, Alberto se regocijaba de aquel espectáculo, y observaba complacido como su chiquilla se alimentaba tan feliz. Él se unió a aquel manjar junto con su nueva chiquilla. El resto de la noche fue una bacanal de sangre, en la que ambos se desnudaron y pasaron una noche mas en aquel acto en el que Silvia observó que las cosas habían cambiado, la sangre era mucho mas intensa que todos los orgasmos de su vida juntos. Era algo totalmente diferente. La noche terminaba y ellos dos se encontraban embadurnados de sangre, tirados en el suelo y mirando simplemente sus ojos, los de Silvia habían cambiado, tenían un brillo diferente,... La noche estaba llegando en el exterior. Y a pesar de que era imperceptible para ellos, sus cuerpo cayeron rendidos y exhaustos.

A la noche siguiente se despertó y él ya se había levantado, le indicó que se vistiera con sus mejores ropas, tenían que visitar a alguien…

Glosario I

Para entender la historia de vampiros.



He caido en la cuenta (tarde) de que no todo el mundo que lea la historia tiene que comprender todo lo que se narra, esta historia esta basado en un mundo creado por whitewolf. Un mundo en el que coexisten Vampiros, hombrelobos, magos, cazadores, hadas, espiritus,... Y tienen su propio léxico. Asique he decidido poner un pequeño glosario, que lo llamaré glosario I , ya que seguro que tendré que poner alguno mas cuando empiece con las historias de hombrelobo.

Para empezar aclarar que en este mundo los esteriotipos de que el ajo repulsa a los vampiros, o las cruces les hacen daño o que una estaca en el corazón los mata,... Mentira, todo mentira... Las estacas los inmovilizan pero no se mueren, menos mal. La luz del Sol si que les hace daño y mucho, como que se mueren, pero la plata tampoco les hace daño. Tampoco es cierto que por morder a un humano lo convierten en vampiro, pueden beber de él sin llegar a matarlo y él vampiro cierra la herida con su saliba, y el humano no recordará que hayan bebido de su sangre, solo un gran placer al haber estado con él. También pueden beberselo entero y listo.

Camarilla: grupo de vampiros que desean vivir entre los humanos ocultado su condición de vampiros ante sus ojos, no los matan, solo beben lo necesario para vivir, y suelen disfrutar de sus fiestas, y aprobecharse de ellos para sus propios fines avariciosos. Suelen ser muy individualista aunque suelan juntarse para sus planes. El que manda en la ciudad se llama Principe y los que mandan por debajo de él son los primogénitos.

Sabbat: grupo enemigo del anterior, que viven entre los humanos pero apenas les interesan sus fiestas y sus intereses, es alimento y nada mas, no se merecen un trato mejor que el de un animal. Por lo tanto no miraran jamás por la vida de su victima. Suelen ser gregarios y se juntan en manadas. La mayor autoridad es el Arzobispo y justo por debajo suya están los obispos.

Ghoul: Humano que sirve a un vampiro, y que posee el poder de la sangre, siente un deseo irrefrenable hacía él, un amor incondicional hacía su domitor (vampiro), un vampiro hace un ghoul dandole de beber su sangre. Necesita tomas continuas el resto de la eternidad y tiene algunos poderes de sus domitores. Los ghoules camarillas suelen ser bien tratados, en el sabbat es mas raro verlos bien tratados, alguno vampiros deforman a sus ghoules por diversion.
Algunos ghoules tienen el privilegio de ser convertidos a vampiros, y tienen la gran ventaja de poder caminar bajo la luz del Sol. La sangre para los ghoul se convierte en una autentica droga, y si llevan mucho tiempo sin tomarla enloquecen e incluso mueren. Pero mientras la tomen no envejecerán.

Abrazo: Momento en el que el vampiro chupa toda la sangre de un humano o ghoul y justo después le da de beber de su sangre. Despertando como vampiro.

Vitae: Es como se denomina a la sangre.

Cainita: Es otra forma de llamarse los vampiros, ya que se consideran hijos de Caín, el primer vampiro, también se denominan Vástagos.

La Secta: Como llaman al Sabbat.

Sire: Cuando un vampiro crea a otro el "padre" se le llama asi y a su "hijo" se le denomina chiquillo.

Disciplinas: Poderes de los vampiros.

Generación: Pureza de la sangre de caín, cuanto mas pequeña sea la generación mas cerca está de Caín.

Clanes: Los diversos grupos de vampiros que comparten los mismos tipos de poderes ylos mismos gustos. Los hay artistas, politicos, asesinos,... Y hay clanes tanto en camarilla como en sabbat.

Lasombra: Uno de los clanes que manejan las sombras, dominan las mentes humanas y tienen una fuerza descomunal.

Historia de una vampiresa.

El sabor de la sangre. Ghoul. (II)
El matrimonio se celebró al cumplir ella los 16, aquella boda fue sonada en toda Cataluña y parte de España, recibieron incluso una felicitación escrita y firmada por el Rey de España, todo un honor para ellos. Se fueron a vivir cerca de los pirineos, en otra mansión parecida a la de sus padres. Los encuentros amorosos se ceñían a lo necesariamente estricto para consumar el matrimonio y para que no dejara de regalarle aquello que pedía.

En las fiestas aquel hombre era la envidia de otros hombres que poseían una mujer tan hermosa, y muchas la cortejaban para encuentros más íntimos lejos de ojos indiscretos, pocos eran los que lo conseguían, y los costes para conseguir convencerlos a veces eran muy caros, y no solo en oro.

Una noche vino a cenar un elegante y poderoso joven, era un noble de la región bastante introvertido, tenía muy poca vida social según su marido, pero sus contactos y su poder eran dignos de admiración. Ella le recibió y quedó impresionada por aquel hombre. No tendría más de 25 años pero su forma de hablar, fría y seductora, esos ojos negros pero profundos, mostraba una gran experiencia en la vida y un gran temple. Poseía una larga y lacia melena negra como sus ojos que le caía suavemente sobre los hombros, su rostro era de rasgos muy afinados, era muy bello, y ese aspecto misterioso cautivó a Silvia, la cual se quedó petrificada, lo que suscitó una ligera sonrisa del invitado. Su marido fue hacía él con los brazos abiertos, “Querido Alberto de Aller, que honor tenerte en mi casa” Él sonrió cortésmente, y pasó al interior.

Empezaron a hablar de las noticias del exterior, y otras cosas en las que poco podía o debía intervenir ella, sin embargo sus miradas de deseo no pasaron inadvertidas para él. En la despedida Alberto besó la mano de Silvia, dándole una nota discretamente y oculta a la vista de su marido, en esa nota la citaba en una dirección y hora concreta, ella no se retrasó en lacita que tenía lugar un par de días después de la cena, y comenzaron a verse como amantes, aquel hombre no tuvo que pagar ningún precio para conquistarla, y aquello le hacía creer a Silvia que tenía el poder y el control sobre él, como ocurría con su marido, no podía estar más equivocada, pero ella seguía viviendo en su error.

En uno de sus encuentros, él le ofreció poder, un poder que pocos tenían a su alcance, un poder al alcance de solo alguno elegidos, pero a cambio necesitaba información, una información que solo ella podía conseguir. Ella aceptó y él le ofreció beber de su sangre, al principio se horrorizó pero cuando él le puso su muñeca abierta en su boca, un mundo nuevo se abrió ante ella, se sentía diferente, mas fuerte tanto física como espiritualmente.

Alberto le explicó que las cosas estaban cambiando y se aproximaba una borrasca política, había rumores de que su esposo pasaba información a los franceses de las posiciones españolas, y que una posible lucha se iba a iniciar. Necesitaba de su ayuda, y de su discreción. Aquella noche le estuvo explicando superficialmente historias sobre los vampiros, el Sabbat y la Camarilla y la gran importancia de su papel. Si los franceses decidieran atacar permitirían la entrada a esa Camarilla, si eso ocurría la situación del Sabbat se vería comprometida, tenían que saber que sabían ellos y que planeaban. Silvia sorprendida por todo aceptó sin dudarlo.

Durante mas de un mes no le quitó el ojo de encima a su marido, incluso registró algunas de sus cartas, tanto las que pensaba enviar como las que recibía, y efectivamente así era, estaba pasando información de la seguridad de las fronteras españolas en los pirineos. Muchas de las cartas francesas que recibía y las guardaba en su lugar “secreto” Silvia las reproducía, y se las entregaba a Alberto, él estaba más que feliz con su trabajo. Ella siguió con su trabajo y seguía bebiendo la sangre de su protector, varios meses estuvieron con aquel espionaje. Una de las últimas cartas asustó a Silvia cuando la vio y sobresaltó a Alberto cuando leyó la reproducción de Silvia. Aquella carta anunciaba un futuro asesinato de la monarquía francesa, y el resto de la carta no auguraba nada bueno para España, pues no sabían como se tomarían el resto de las monarquías este suceso.

“Tengo un ultimo encargo para ti querida” Le dijo mientras guardaba la carta en un pequeño cofre cerrado con llave “Mátalo, tu serás mas rica aun, y podrás tener a tus amantes en casa, y te libraras de toda este enredo” Silvia sonrió y respondió “ Ya soy rica y tengo todo el dinero y las joyas que quiero, y tu eres el único amante que realmente me da placer y todo lo que necesito” dijo acariciando su muñeca, “yo mataré a mi marido pero quiero algo mas. Quiero mas poder que la sangre de tu muñeca, gracias a mi tienes información de los franceses, conoces sus planes, si esto evita que ellos entren también evitarás que entren los vástagos que os quieren eliminar, lo merezco”. Él rió con estrépito hasta asustarla. “Eres una estúpida, te crees merecedora de la vida eterna, que equivocada estás,…- los ojos de Alberto se afinaron, en su cabeza estallaron miles de pensamientos -Hagamos una cosa, mata a tu marido y finge tu muerte, quizás te permita demostrarme que eres merecedora de tal don. Si no superas la prueba te esperará la muerte definitiva.

Ese mismo fin de semana, Silvia preparo un pequeño viaje íntimo a una cabañita que tenían en mitad del monte, en honor a su aniversario de boda con su marido. Al ser tan intimo decidió llevar tan solo una criada. Su marido se sorprendió pero ella conseguía todo lo que se proponía. Tras una opulenta cena y tras haber mandado a la criada a dormir Silvia dirigió a su marido a la habitación. Él no cabía en sí de gozo, su mujer al fin había decidido amarle de verdad. Ambos se tiraron en la cama y ella le ordenó tumbarse boca abajo. Él se volvió totalmente sumiso y obedeció sin mediar palabra. Silvia sacó el cuchillo que tenía bajo la almohada, levantó la cabeza de su esposo, y le susurró la palabra traidor al oído, en ese instante sin darle tiempo a reaccionar sesgó su cuello, él comprendió el mensaje por la mirada de terror que quedó en sus ojos. Con el vestido ensangrentado, se levanto y fue al cuarto de la criada, la que se sobresaltó al ver a su Señora entrar sin llamar y dirigiéndose a ella con un cuchillo, se quedó paralizada en su cama, chillando nada mas. “Lo lamento pero hay bajas en todas las guerras, y en la mía tu eres una de ellas.” Mas sangre salpicó el vestido de Silvia.

Llevo el cuerpo de la criada a su habitación y lo tumbó junto al cadáver de su marido, Recogió joyas, vestidos, dinero,… todo lo de valor que podría mantenerla mas tiempo del que podía soñar, aunque en el futuro su concepto de tiempo cambiaría mucho. Roció la habitación con aceite, los cuerpos también, y prendió fuego a la habitación, veía como ardía todo, como el olor a carne quemada se entremezclaba con el de la madera.

Fuera de la casa estaba Alberto montado en un pequeño carro, su mirada era totalmente fría, pero se vislumbraba una pequeña sonrisa en sus labios, había sido complacido. Montaron un par de baúles en el carro y se alejaron de allí. “Crees que las autoridades se creerán el montaje” preguntó Silvia mirando como ya era toda la casa la que ardía. Alberto rió estrepitosamente, “Los contactos y poderes que poseo son mas que suficientes para hacer creer a la gente que todo es cierto aun sin cadáveres” Los ojos de Silvia se abrieron no de sorpresa sino de ambición, ella también quería ese poder.

lunes, 23 de abril de 2007

Historia de una vampiresa.

Enjaulada. Vida mortal.(I)


Año 1786...

A la edad de trece años, Silvia de Cabriñana ya mostraba una gran atractivo físico, pero al ser hija de aristócratas nadie podía tocarla, se mantenía en su mansión encerrada, sus libros eran su única diversión, aunque aquello enfureciera a su padre, “las mujeres no deben leer, sino aprender a satisfacer a su marido, cada vez te pareces mas a tu madre.” Esas palabras resonaban como una tortura en su cabeza, varias veces a la semana”

Ariadna, su madre, como mujer noble obligada a casarse, tenía una mirada fría, con odio en sus ojos, y toda su ira contenida la transmitió a su hija, ensañándole como manipular a los hombres. “Todos se manejan por el mismo patrón, pero debes aprender mucho hija, lee y aprende de este mundo, y así te será mas fácil conseguir lo que deseas” Desde pequeña escuchaba ese discurso, y ella decidió que aprendería, todo lo que pudiera. Aprendió a leer y escribir, y dos idiomas, como corresponde a una señorita de su clase. También le instruyeron en como comportarse en sociedad, como vestir, como hablar,…

Silvia a los catorce años asistió a su primera fiesta social, organizada por sus padres, para muchos amigos de su estatus. Ella se sentía emocionada, esas fiestas en las que veía a su madre muy hermosa con tantas joyas y esos vestidos que parecían cosidos con oro. Ahora le tocaba a ella también vestirse con tanto lujo. Las criadas vinieron a ayudarla a vestirse, colocándole aquel vestido que era mucho mas recatado que el de su madre, sin embargo se veía hermosa, no tenía nada que envidiar a aquellas hermosas damas que llegaban a su casa, en lujosos carruajes. “Señorita va a ser el centro de miradas esta noche, ¿sabe porqué? Porque ninguna lleva esas dos esmeraldas en los ojos” Silvia sonrió pero le pareció algo estúpido viniendo de su criada. Se asomó a la ventana y vio como iban llegando carruajes y gente muy elegante, esta vez no tendrá que quedarse encerrada en su habitación para soñar con las fiestas. Las criadas se fueron después de acicalarla perfectamente par la fiesta, poco después llegó otra que le pidió que bajara, su padre la estaba llamando.

Al bajar, su padre la presentó a todos sus amigos, todos fueron muy cordiales y amables, pero desde los rincones muchos de esos ojos eran de deseo. Ella sabía que eso era bueno, el primer paso para conseguir aquello que deseabas es hacerte deseable, si ya te desean solo tienes que pedir. Pasó la noche hablando de banalidades con algunas de las mujeres de la fiesta. En ese momento observó que su madre no hacía compañía a mi padre, este estaba muy ocupado hablando con sus grandes amigos del gobierno catalán, consejeros de la monarquía y demás. Se disculpó de sus interlocutoras, que le recordaban a las aves que tenían en el pajarero del jardín, buscó a su madre en el resto de la sala, pero no había manera, a lo mejor había salido al jardín, no hubiera sido extraño con el calor que hacía en la fiesta. Al salir observó como una figura se ocultaba entre los arcos que dibujaban los setos. “¿Un ladrón?” pensó, o quizás otra vez la nueva cocinera se estaba liando con algún mozo para sacarse un sobresueldo, se dirigió furiosa hacía los matorrales para zarandear a esa furcia desagradecida. Al asomarse se escandalizó, dos cuerpos desnudos estaban tendidos entre varios arbustos que contemplaban como se fundían ambos, medio oculta los observó con cierta curiosidad, pero al descubrir que su madre era la que gemía bajo aquel joven cuerpo, se marchó corriendo. Entró a la fiesta, y se comportó como si aquel pequeño episodio no hubiera existido. Al finalizar la fiesta su madre ya estaba con el resto de los invitados, despidiéndolos, y más feliz que cuando empezó la fiesta. Su padre invitó a quedarse a un hombre que rondaba los 35, su físico dejaba ver que no pasaba mucha hambre en su vida.

Silvia subió a la habitación con su madre, ella quería que le contará que le pareció su primera fiesta, “Parece un concierto de gallinas, pocas sabían temas interesantes de los que hablar, y hubo un momento que no supe donde estabas, y te busqué por toda la sala” La madre la miró, y miró la puerta de la habitación que estaba abierta, se levantó y la cerró. “Estaba atendiendo unos asuntos” respondió la madre. “¿En el jardín?” preguntó sin ningún tipo de emoción en la voz. La madre se sonrojó, y le explicó lo que eran los amantes y que ella también debería tener cuando se casara, un hombre no es suficiente para satisfacer a una mujer. “Pero hay que saber elegirlos, y evitar que tu marido se entere a pesar de que ellos tengan más mujeres en su vida”.

El padre abrió la puerta de la habitación y mandó enseguida a su hija a dormir. No medió más palabras, pero regresaba feliz. Silvia tendría mas noticias de aquella felicidad que embargaba a su padre mas adelante.

El día siguiente transcurrió tranquilo, había que descansar de la noche anterior, Silvia observó como se encerraron sus padres en la biblioteca y no salieron de allí hasta pasadas tres horas como mínimo. Los padres se acercaron y le informaron que su enlace matrimonial había sido concertado. Silvia sintió que su esencia vital se desvanecía pero ella seguía allí escuchando esas terribles palabras.

-Un miembro del gobierno catalán se fijó en ti anoche y desea hacerte su esposa, le pareciste joven hermosa y educada. Vendrá esta tarde para concertar tu dote, mas te vale comportarte y no echarlo todo a perder.- tras decir esto se marchó, tenía cosas importantes que hacer según él.

Aquella tarde llegó Marcos, fue presentado como Marcos de la orden de Malta. A pesar de ser parte del gobierno catalán, su acento era mas bien como portugués. Había sido un hombre que ayudó mucho a la corona española y fue recompensado por ello, había ascendido mucho en su carrera política y social. Se quedó como atontado cuando entró en la sala Silvia. Ella había estado todo el día maquinando como hacer para que él la detestara durante la visita, un mal comportamiento, alguna contestación inapropiada,… Pero sin saber porque cuando se enteró del poder que poseía aquel hombre pensó que podría sacarle provecho a su matrimonio. Sin embargo se ponía enferma cada vez que veía aquel hombre, solo pensar estar en la cama con ese individuo le revolvía las tripas.

viernes, 20 de abril de 2007

¿Qué es un blog?

Estaba harta ya de encontrar en todos lados la palabra blog, y que todo el mundo tenía un blog, blog blog blog... Asique porque no tener uno yo. No sabía de que iba a hablar, la verdad que no me lo había planteado, pero son muchas las veces que escribo relatillos o tengo fotos de mis animalillos, o simplemente me gusta filosofar, y así siempre habrá un sitio en Internet donde los tendré guardados y además puedo compartirlo por si alguien quiere verlo...

Azaera en la noche, curioso nombre para un blog, verdad? Azaera es mi apodo, aunque mas que un apodo es mi segundo nombre, de hecho hay gente que opina que me queda mejor que el mio propio. A mi también me gusta mas, pero claro no tuve la oportunidad de decírselo a mi madre hace 26 años, cosas de la vida, xDDD. Azaera se supone que es un nombre árabe que significa guardiana de las puertas del cielo, lo encontré hace un par de años en una web inglesa, pero ya no existe, asique tuve suerte aquella vez de conocer su significado, ese nombre me cautivó y me lo adjudiqué.

Azaera en la noche, lo de la noche yo creo que es porque a todos los seres humanos nos cautiva la noche, es misteriosa, es bonita, aunque las luces de nuestra destructiva evolución nos impidan apreciar su belleza. Las estrellas muertas que nos regalan su luz, la luna que nos permite en gran medida existir y nos bendice con una tenue luz que evita que la oscuridad absoluta nos ciegue temporalmente. A otros les aterroriza la noche, otros simplemente sienten respeto, ... A mi me encandila, como habréis comprobado al describirla...

Azaera en la noche tiene ya mucho mas sentido después de haberos explicado el porqué, verdad?

Permitiros el placer de disfrutar de la luz de la Luna de vez en cuando y no perdáis el contacto con vosotros mismos.

Azaera